El peronismo en estado de descomposición

Tratan de disfrazar la realidad, pero hay una sola. Tenemos un Estado millonario y un pueblo pobre.

La Rioja tiene todos los índices sociales por debajo de la media nacional y en una provincia que depende casi en forma exclusiva del Estado, la mayoría de los empleados estatales en la pobreza e indigencia, estos últimos son los precarizados.

El peronismo lanzó su campaña electoral con vistas al año que viene, adonde se define la suerte del gobernador por su reelección en el 2023.

El proselitismo no se basa en los lineamientos tradicionales sino en un juego peligroso, la destrucción del otro.

Desde 1983 a la fecha, La Rioja ha sido manejada por pocas manos y siempre ligadas al peronismo.

Con los dedos de una mano alcanza para detallar lo que le ha pasado a la provincia y este 2020, el año de la pandemia, abre un nuevo capítulo en la pelea interna del oficialismo que repercute hasta en los barrios.

Ricardo Quintela decidió construir poder político, ya que la caja está llena de dinero, y su metodología se da, a través de los mismos actores que solo cambiaron de patrón.

Carlos Menem, Bernabé Arnaudo, Ángel Maza, Luis Beder Herrera y Sergio Casas han ocupado la función de jefes.

Hoy Quintela trata de armar una senda que lo deposite en el 2027, previo a una reelección en el 2023, sin contrincantes internos, aunque el actual gobernador fue socio en casi todo lo hecho por sus antecesores.

Por eso, la ciudadanía riojana es una espectadora de lujo de la puja por las 3.000 hectáreas con el Parque de la Ciudad inclusive. Tierras que fueron ocupadas por familias tradicionales riojanas y luego fueron despojadas por el propio Estado.

Es la zona más cara de la ciudad de La Rioja y adonde te ubica en otro estrato social, por lo cual aparecen muchos dueños, no solo políticos sino también hombres y mujeres vinculadas a la justicia. Un terreno en esa zona hoy se vende en 250 mil dólares y no se acepta tarjeta de crédito.

Y no es solamente la situación irregular de las tierras sino también el Parque Eólico Arauco, ideado por Beder Herrera y financiado por Casas.

Fue el quintelismo quien lo puso en la agenda social y hasta afirmó que es un posible desfalco a las arcas provinciales.

Fue manejado desde siempre por Fernando Cárbel, un bederista de pura cepa, pero detrás de él estuvo todo el peronismo, hasta el de Quintela con su silencio y su apoyo legislativo.

Según el quintelismo, La Rioja debe 600 millones de dólares por el Parque Eólico levantado en la tierra de la vicegobernadora Florencia López.

Hasta ahora solo fue un mensaje interno para el peronismo, ya que en otra provincia se hubieran articulado todos los resortes para que los organismos de contralor y la justicia actúen de oficio. Eso no sucede porque es la lucha interna por la millonaria caja en dólares en el peronismo.

El fin de semana, el quintelismo trató de despejarse del emprendimiento que funciona como SAPEM, pero fue el ex cuñado de Quintela y hermano de la ministra Gabriela Pedrali quien avaló a finales del año pasado lo que sucedía en el Parque Eólico.

Como primera medida oficial, el gobernador nombró a Alfredo Pedrali como representante del Gobierno de La Rioja para que participara de una asamblea de socios, ya que la Provincia no está sola en el Parque sino también figura el gobierno nacional, que es controlado por la SIGEN.

Hace solo siete meses, Quintela demostró con Pedrali que los ventiladores funcionaban normalmente y que no había nada raro, y luego impulsado por el ex CEO de las SAPEM, el jefe de Gabinete Juan Luna Corzo, y su socio político, el ministro de Industria y presidente del Banco Rioja, Federico Bazán, hubo un cambio de opinión.

En esta se le podría dar la derecha al gobernador, pero Luna Corzo y Bazán conocen con lujo de detalles que pasó con el endeudamiento por 300 millones de dólares con el Bono Verde y hasta el pasivo que hoy llega a 600 millones de dólares, según Ariel Parmigiani, el nuevo titular del Parque.

Aunque sean cuestiones de Estado con alto impacto mediático y hasta social, y que seguramente vendrán otras, son cuestiones políticas que acentúan una realidad: el peronismo está en estado de descomposición.

Deja un comentario